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Observatorio Global sobre Convivencia

Economía

Los negocios sociales son la solución

Muhammad Yunus. Premio Nobel de La Paz 2006

En lugar de conceptualizar a los actores económicos y sus dinámicas desde una perspectiva unidimensional, podemos pensar dichos ámbitos desde dos dimensiones, si es que asumimos que hay dos clases de personas.

Cada clase tenderá a maximizar una función-objetivo. La clase más habitual se orienta a la maximización de utilidades. La segunda tipología, relativamente novedosa, agrupa a aquellos que no están interesados en la maximización del beneficio y se encuentran comprometidos en la construcción de un mundo diferente. Sus objetivos son sociales. Quieren dar mejores oportunidad a otras personas y quieren lograr su objetivo a través de la creación- apoyo de un tipo especial de empresas de negocios. Mientras que, como cualquier otro negocio, estas empresas no deben incurrir en pérdidas, lograr dividendos no es la motivación que impulsa a sus inversores. Se trata de una nueva clase de negocios que podemos describir como "no-pérdida-no-dividendo".

Muchos de los problemas del mundo siguen sin resolverse debido a que se continúa interpretando el capitalismo de forma demasiado estrecha. Es esta interpretación restrictiva la que potencia a actores económicos unidimensionales para desempeñar el papel de empresarios. Los aísla, desde la voluntad de trabajar en un mundo simplificado, de otras dimensiones de la vida, como por ejemplo, las dimensiones más emocionales. El empresario unidimensional dedica su vida a la misión de optimizar ganancias a través de sus empresas y para ello se apoya en aquellos que, con criterios afines, lo respaldan con su dinero para alcanzar la misma misión: consumidores y/o Inversores...Nos quedamos tan fascinados por el éxito del mercado basado en inversores y empresarios unidimensionales que nunca nos atrevimos a expresar cualquier duda al respecto. Hemos trabajado muy duro para transformarnos a nosotros mismos, tanto como sea posible, en los actores económicos unidimensionales que, en teoría, permiten el buen funcionamiento de los mecanismos del mercado.

La teoría económica unidimensional postula que se está contribuyendo a la sociedad y el mundo, de la mejor manera posible, si se exprime el máximo. Al llegar a su máximo, los demás tendrán su máximo.

A medida que, devotamente, sigamos esas tendencias, podrán aparecer, a veces, dudas en nuestra mente sobre si estamos haciendo lo correcto. Las cosas no se ven muy bien a nuestro alrededor, aunque podemos soslayar nuestras dudas afirmando que todas esas cosas malas suceden a causa de "fallas del mercado" y que el buen funcionamiento del mercado no puede producir resultados tan desagradables.

Creo que las cosas van mal, no por "fallas de mercado". Es mucho más profundo que eso. Seamos valientes y admitamos que es por "falta de conceptualización". Más específicamente, es por incapacidad para integrar en nuestras teorías económicas la esencia del ser humano. Los seres humanos no son siempre entidades unidimensionales: son emocionalmente multi-dimensionales. Nuestras emociones, creencias, prioridades, patrones de comportamiento, puede ser acertadamente descritos por analogía con el espectro de los colores básicos y los millones de tonalidades que sus mezclas y combinaciones producen.

Por cortesía de The Nobel Laureate Meetings at Lindau.